Pintarroja es más bien una marisquería tan desenfadada que podría ser considerada un chiringuito, eso sí, con suelo de cemento en vez de arena de playa.
Pintarroja, el chiringuito menorquín de Eugeni de Diego. Una marisquería de estilo desenfadado ubicada a las afueras de la ciudad, que nos encanta para darse un atracón de mar. Aquí, Eugeni de Diego, el que fuera jefe de cocina de elBulli de Ferran Adrià, se preocupa por dar visibilidad a los productores y pescadores locales en su carta.
Comparte con este tipo de local también las dimensiones del espacio: una terraza con vistas al mar situada en el muelle del puerto de Es Castells con una pequeña cocina en la que cabe una plancha y una olla con agua para dar un golpe de cocción a algunos de los mariscos que sirven.
Pintarroja, el chiringuito menorquín de Eugeni de Diego. Un ‘spot’ de éxito gracias a platos como el tataki de atún, los canyuts a la plancha o su selección de quesos de Mahón.
Gambas, canyuts (pequeñas navajas), zamburiñas o cigalitas son algunos de ellos, a la espera de que la asequible carta sea ampliada en las próximas semanas con espardenyes y percebes. Los presentan con una fórmula bastante estándar, un golpe de plancha y prácticamente la misma salsa cítrica (¿qué pasa con quienes no son amantes de aderezar con otros sabores el marisco?).
El producto que utilizan suele ser de proximidad, aunque confiesan que todavía están tejiendo su red de proveedores y que no siempre es fácil conseguir lo que buscan por las limitaciones de la isla. A la hora del postre, no se olviden de probar la deliciosa torrija-ensaimada Wilmot (¡todo un espectáculo!) y para acabar, ya que este establecimiento sólo abre por las noches, pidan una pomada menorquina.
Pintarroja, el chiringuito menorquín de Eugeni de Diego. Por Bernd Eldelbar.